La alimentación es una de las actividades más importantes en el proceso del desarrollo humano, su ejecución involucra una serie de aspectos sociales y emocionales, por lo que la seguridad alimentaria es una parte importante de la salud mental de todas las personas. Desde un punto de vista fisiológico, para alimentarse se debe participar de un conjunto de sistemas y estructuras de forma coordinada a través de un mecanismo llamado deglución. Se trata de un complejo proceso neuromuscular que consta de una secuencia de reflejos que contraen diferentes grupos musculares pertenecientes a la cavidad bucal. Actualmente, entre los adultos, la prevalencia de enfermedades que involucran esta actividad anormal está aumentando y la disfagia es una de las enfermedades más comunes.
En general, se define como un cambio en una o más etapas del proceso de deglución, lo que se traduce en dificultad para trasladar la masa alimentaria desde la boca al estómago. Asimismo, definen la disfagia como una patología que describe una serie de alteraciones mecánicas que afectan la seguridad, eficacia y calidad de los alimentos.
Se estima que el 8% de las personas en el mundo tienen cierto grado de dificultad para ingerir alimentos sólidos y beber líquidos debido a la disfagia, y el 15% de los pacientes hospitalizados padecen esta enfermedad, mientras que los que se encuentran hospitalizados en centros de rehabilitación y centros de rehabilitación tienen un cierto grado de dificultad para ingerir alimentos sólidos y beber líquidos, entre los pacientes, esta proporción se eleva al 30% y al 40% de las residencias de ancianos.
Su diagnóstico precoz ayuda a minimizar los riesgos asociados a la seguridad y eficacia de la dieta, como desnutrición, deshidratación, ingesta accidental y neumonía. No olvidando considerar el trabajo multidisciplinario que implique el diagnóstico, tratamiento, seguimiento y evolución de los diferentes profesionales sanitarios.
El rol del dentista se basa en la prevención y el tratamiento de enfermedades orales como caries dental, gingivitis y enfermedad periodontal, las cuales, al no ser controladas o tratadas, pueden causar alteraciones o modificaciones de enfermedades sistémicas como diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedades respiratorias entre otras. Es así como al fomentar el control de placa bacteriana, principal factor etiológico de enfermedades orales, también ayudaría a evitar aparición y control en avance de dichas patologías. En pacientes que presentan disfagia al tener una pobre higiene oral, poseen una mayor probabilidad de presentar neumonías por aspiración.
Las distintas bacterias patógenas que generan las principales enfermedades orales al estar presentes en la boca y no ser tratadas, aumentan y proliferan cada vez más, teniendo la opción de trasladarse a cualquier parte de nuestro organismo generando y produciendo patologías en distintos lugares. Es de esta forma como las personas que presentan disfagia tienen una mayor probabilidad de presentar neumonía por aspiración. Diferentes estudios muestran la estrecha relación y presencia de patógenos que originan algunas patologías orales y son los mismos microorganismos que provocan enfermedades respiratorias.
Con el propósito de mejorar la calidad de vida de los usuarios, docencia de la Vicerrectoría Académica de la Universidad del Bío-Bío, a través del Proyecto de Fondo de Desarrollo de la Docencia, desarrolla la “Guía de nutrición en disfagia” en donde presenta definiciones conceptuales, incluyendo las alteraciones de la deglución, su evaluación e intervención, siendo abordadas desde diferentes disciplinas.
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